Que esté todo el partido representado en una misma lista y dirimir con los sectores de otros partidos para ver cómo termina la conformación de las listas para las generales, viene instalándose en el inconsciente/consiente de muchos dirigentes del radicalismo entrerriano.
Todos coinciden en que pueden tener un gran resultado para representar a Juntos por el Cambio en noviembre para derrotar al kirchnerismo, ese parece ser el objetivo final.
Pero esa ilusión colisiona con la suma de voluntades radicales que viene acumulando Rogelio Frigerio en su armado polifacético y plural.
Sin embargo, aseguran que la militancia radical quiere ir a las PASO con una lista propia, o más bien pura.
Las rencillas internas le dan más margen a las intenciones de Frigerio. Mañana vence el plazo de inscripción de alianzas electorales, en once días es el cierre de listas. Menos de dos semanas para que la verdad sea revelada.
Algunos sueñan con la posibilidad de atraer al electorado paranaense con Lucía Varisco, enfrentada públicamente con Frigerio, candidata en segundo término y por el cupo femenino y sumar adeptos que acrecienten las chances del radicalismo de triunfar en la interna.